Publicado en el diario "El Mundo, Economía y Negocios"
Por Boris Ackerman Vaisman (2012)
La emisión monetaria y su bolsillo
En Venezuela, desde 1941, la emisión de dinero y en consecuencia el
control sobre la cantidad de dinero en circulación dentro de la
economía, la tiene el Banco Central de Venezuela, es decir, nadie más
en el país tiene la facultad de emitir y poner a circular dinero en la
economía.
De ahí que las monedas y los billetes que usted porta, exponen
claramente que han sido emitidos por el Banco Central de Venezuela. Sin
embargo, es de hacer notar que la mayor parte del dinero en un país no
está constituido por monedas y billetes sino por depósitos en cuentas.
Si bien el Banco Central no emite el dinero que se encuentra depositado
en cuentas bancarias, sí tiene la facultad de inyectar o de absorber
recursos, es decir, aumentar o disminuir la cantidad de dinero existente
en las cuentas que maneja la banca en el país, mediante lo que se
denomina instrumentos de política monetaria.
Instrumentos de política monetaria
El
Banco Central posee diversos mecanismos que permiten el manejo de la
cantidad de dinero en circulación distinto a las monedas y los billetes.
Por ejemplo, podría sacar dinero de circulación vendiendo o comprando
títulos valores. Si el BCV vende o emite obligaciones, es como si le
pidiera dinero prestado a los particulares, y así estaría disminuyendo
el circulante, si por el contrario compra títulos, estaría inyectando
dinero a la economía. La compra o venta de títulos se denomina como
operaciones de mercado abierto.
Otro mecanismo es el encaje
legal, el encaje es una especie de depósito obligatorio por parte de la
banca del país al Banco Central, mientras más alto sean los saldos
depositados, más dinero saldrá de circulación, adicionalmente, es de
hacer notar que como los bancos pueden prestar dinero a particulares, de
alguna forma, si el porcentaje de encaje es mayor la afectación sobre
el circulante puede ser significativa. Si por ejemplo, los bancos tienen
la facultad de prestar el 100 % de lo que captan, el dinero podría
multiplicarse infinitamente, si el encaje sube a 10 %, el multiplicador
máximo sería 10, si se sube a 20 %, el multiplicador máximo sería 5,
etcétera. El multiplicador no es sino el número de veces que podría
crecer la cantidad de dinero si se parte de un saldo inicial de un
depósito. Si se tiene un encaje legal de 10 % y un depósito inicial en
un banco de Bs. 1.000, ese banco podría prestar nada más que 900 de
esos 1.000, si el beneficiario del préstamo coloca ese dinero en otro
banco, el otro banco solamente podrá prestar Bs. 810, la siguiente
institución que reciba un nuevo depósito por Bs. 810 podrá prestar Bs.
729 y así sucesivamente. De ahí que el encaje le fija un tope al
multiplicador.
El tercer mecanismo es la
fijación de las tasas de interés, si un Banco Central fija tasas de
interés muy altas, el público estará menos incentivado a tomar
préstamos, disminuyendo de hecho la liquidez monetaria. Si las tasas son
bajas, resulta interesante tomar prestado y con los bancos en acción,
el circulante subiría.
Políticas perniciosas
Un
cuarto mecanismo, bastante tradicional y a la vez muy nocivo para la
economía del país, es que cuando el Gobierno central gasta más dinero
del que le entra, el problema sea resuelto por el Banco Central
prestándole dinero "nuevo" al Gobierno o a sus entidades. Este mecanismo
inyecta dinero en la economía sin que más bienes y servicios lleguen a
esta.
Lo sano para un Estado es mantener un circulante
monetario consistente con la cantidad de bienes y servicios disponibles
en la economía. Si la cantidad de dinero crece más que el circulante,
habrá inflación y ésta afectará sobre todo a los sectores más
desposeídos, si la cantidad de dinero decrece en relación a lo que un
país produzca, el riesgo es que bajen los precios. Si bien, para muchos
el que baje un precio no es del todo malo, esto trae como consecuencia
la creación de expectativas que inhibirán el consumo y podrán causar
desaceleración en la actividad económica, con el consecuente
empobrecimiento de la población.
M1, M2 y M3
El
Banco Central de Venezuela, nos presenta en la mayoría de sus reportes
las categorías de M1, M2 y M3 para referirse al dinero en circulación,
el M1 representa las monedas, los billetes y los depósitos en cuentas
corrientes y en cuentas de ahorros transferibles en el país, el M2 añade
los depósitos a plazo fijo, las cuentas de ahorro no transferibles y
los certificados de participación.
Por último el M3, agrega al total del M2 el monto invertido por los actores en cédulas hipotecarias.
Dimensiones del circulante monetario y efectos
Para
tener una idea de la cantidad de dinero hay en la calle, la última
cifra disponible al momento de redactar esta columna, asciende
aproximadamente a Bs. 919.563.557.000 esta astronómica cifra, llevada a
valores más cotidianos, resulta que el promedio de dinero en efectivo y
depósitos alcanza a más de 31.000 bolívares por cada hombre, mujer y
niño que habita el país. O sea que alguien por ahí tiene los Bs.
124.000 que usted debería tener depositados si es el jefe y sostén de
hogar de una familia de 4 personas.
La realidad es que muchos de esos depósitos pertenecen a empresas e instituciones y no a personas naturales.
Por
otra parte, si relacionamos la cantidad de dinero en circulación con
las reservas internacionales. Las reservas del país que ascienden a 22
millardos de dólares, apenas alcanzan a respaldar el 15,2 % del
circulante. Por cierto, el mínimo nivel histórico.
Otro
detalle es que la masa monetaria ha crecido en los últimos dos años, a
niveles de entre 50 % y 60 % y nada indica que este año no vaya a crecer
en las mismas proporciones. De ahí que la presión sobre los precios
continuará con mucha más fuerza, porque finalmente la liquidez monetaria
no es sino la cantidad de dinero que está disponible en un país para
comprar los bienes y servicios disponible en este.
Más
dinero en circulación, con más o menos la misma cantidad de bienes y
servicios disponibles en la economía, trae como consecuencia mucha
inflación.
En palabras sencillas, el aumento
en la masa monetaria, si los demás factores se mantienen más o menos
constantes, es sin duda un predictor de la inflación. Pero si además las
reservas internacionales bajan y no hay muchos más productos en la
economía nacional, el efecto inflacionario podría ser de magnitudes
descomunales.
"El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad" — Ernest Hemingway