viernes, 5 de diciembre de 2014

Gary Becker y la economía del matrimonio!


Gary Becker y la economía del matrimonio

Entrevistador: Profesor, ¿no está usted exagerando cuando dice que algunas personas se casan para mejorar su situación económica?
Gary Becker: No, no lo creo así… ¿Es usted casado?
Entrevistador:  No, aún no.
G. B.: ¿Y por qué no se ha casado?
Entrevistador: Porque no he encontrado a la persona con quien hacerlo.
G. B.: Muy bien, entonces usted no puede encontrar a la persona que pueda mejorar su situación.
Entrevistador: Bueno, yo no busco una persona para mejorar mi situación; es simplemente porque no encuentro a la persona indicada.
G. B.: Pero es que la persona forma parte de su mejoramiento, de su desarrollo. Cuando yo digo “mejorar”, no quiero decir simplemente enriquecerse, quiero decir que se trata de encontrar a alguien que ayudará a que su vida sea más feliz.  Simplemente, más feliz. Y usted no ha encontrado a la persona que hará su vida más feliz. Eso es lo que yo quiero mejorar. Hacer su vida más feliz. Las personas se casan cuando la utilidad esperada en el matrimonio excede la utilidad esperada de quedar soltero.
Entrevistador: ¿Y esa misma lógica puede aplicarse a las personas que se divorcian?
G. B.: En efecto, las parejas se divorcian cuando la utilidad de estar casadas cae por debajo de la utilidad esperada de estar divorciadas, cuando ellos ya no obtienen ningún placer de estar casados. Es decir, los buenos matrimonios están basados sobre las buenas decisiones de negocios. Cuando yo digo que las personas se divorcian, quiero decir que las personas hacen eso porque se dan cuenta que, bueno, no son muy felices ahora, y quizás puedan encontrar a otra persona que los haga felices. Ese es el sentido de lo que yo digo por mejorar. En parte, es su caso. Yo diría que mi teoría se aplica a su comportamiento. Usted  todavía no ha encontrado a alguien que pueda hacer su vida más feliz.
Entrevistador: ¿Y no hay algún espacio para el amor en toda esta discusión?
G. B.: Por supuesto, en muchos matrimonios hay un elemento de amor, de afecto. Yo no creo que haya simplemente una relación de negocios. Hay amor, algunas veces odio. Hay culpabilidad, obligación, y esas cosas entran al matrimonio, pero al mismo tiempo hay transacción porque las personas hacen diferentes cosas que son parte de un negocio.
Entrevistador:  En todo caso, ¿se trataría de una relación entre la felicidad y la economía?
G. B.: Es que el término economía es muy amplio. No es sólo dinero. Es también amor. Yo he hablado de cosas como el amor, la obligación. La compatibilidad sexual; todas estas cosas deben entrar dentro de la economía. Eso es lo que quiero recoger de la economía. Yo trato de expandir los límites de lo que es la economía no sólo de dinero, no sólo de dólares o centavos.
Entrevistador: Pero a nivel mundial, sería muy difícil incluir todo esto en la economía.
G. B.: Claro, porque en el mundo la economía es más importante que el amor. Si el Perú realiza un intercambio comercial con un vecino, no lo va hacer por amor, sino porque está esperando mejorar su situación. Lo mismo que pasa en Estados Unidos. ¿Usted cree que nosotros firmamos acuerdos porque amamos a México y Canadá? No. Ellos tampoco lo hicieron porque nos aman. Nosotros lo hicimos porque pensamos que podíamos mejorar nuestro comercio con ese acuerdo. Y así, mucho de lo que se hace alrededor del mundo no es por amor. Parte del mundo es amor; dentro de la familia, por ejemplo. Adam Smith, el más famoso de los economistas, dijo en 1776 que en la mayoría del mundo usted no puede conseguir las cosas basado sobre el amor sino sobre la base de la creencia de que cada persona mejorará con el intercambio. Y en todo el mundo es así. No es por amor.

Entrevista al Premio Nobel de Economía 1992: Gary Becker y la Economía del Sentido Común.
Por: FERNÁNDEZ-BACA, Jorge.
Revista de Derecho Themis. N°25, pg. 50.



"El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad" — Ernest Hemingway

viernes, 28 de noviembre de 2014

Por cultura general, para que entiendan el por qué de la inflación!

 
Publicado en el diario "El Mundo, Economía y Negocios"
Por Boris Ackerman Vaisman (2012)


La emisión monetaria y su bolsillo
 
En Venezuela, desde 1941, la emisión de dinero y en consecuencia el control sobre la cantidad de dinero en circulación dentro de la economía, la tiene el Banco Central de Venezuela, es decir, nadie más en el país tiene la facultad de emitir y poner a circular dinero en la economía.
 De ahí que las monedas y los billetes que usted porta, exponen claramente que han sido emitidos por el Banco Central de Venezuela.  Sin embargo, es de hacer notar que la mayor parte del dinero en un país no está constituido por monedas y billetes sino por depósitos en cuentas. Si bien el Banco Central no emite el dinero que se encuentra depositado en cuentas bancarias, sí tiene la facultad de inyectar o de absorber recursos, es decir, aumentar o disminuir la cantidad de dinero existente en las cuentas que maneja la banca en el país, mediante lo que se denomina instrumentos de política monetaria.

Instrumentos de política monetaria
El Banco Central posee diversos mecanismos que permiten el manejo de la cantidad de dinero en circulación distinto a las monedas y los billetes. Por ejemplo, podría sacar dinero de circulación vendiendo o comprando títulos  valores.  Si el BCV vende o emite  obligaciones, es como si le pidiera dinero prestado a los particulares, y así estaría disminuyendo el circulante, si por el contrario compra títulos, estaría inyectando dinero a la economía.  La compra o venta de títulos se denomina como operaciones de mercado abierto.
Otro mecanismo es el encaje legal, el encaje es una especie de depósito obligatorio por parte de la banca del país al Banco Central, mientras más alto sean los saldos depositados, más dinero saldrá de circulación, adicionalmente, es de hacer notar que como los bancos pueden prestar dinero a particulares, de alguna forma, si el porcentaje de encaje es mayor la afectación sobre el circulante puede ser significativa. Si por ejemplo, los bancos tienen la facultad de prestar el 100 % de lo que captan, el dinero podría multiplicarse infinitamente, si el encaje sube a 10 %, el multiplicador máximo sería 10, si se sube a 20 %, el multiplicador máximo sería 5, etcétera. El multiplicador no es sino el número de veces que podría crecer la cantidad de dinero si se parte de un saldo inicial de un depósito. Si se tiene un encaje legal de 10 % y un depósito inicial en un banco  de Bs. 1.000, ese banco podría prestar nada más que 900 de esos 1.000, si el beneficiario del préstamo coloca ese dinero en otro banco, el otro banco solamente podrá prestar Bs. 810, la siguiente institución que reciba un nuevo  depósito por Bs. 810  podrá prestar Bs. 729 y así sucesivamente.  De ahí que el encaje le fija un tope al multiplicador.

El tercer mecanismo es la fijación de las tasas de interés, si un Banco Central fija tasas de interés muy altas, el público estará menos incentivado a tomar préstamos, disminuyendo de hecho la liquidez monetaria. Si las tasas son bajas, resulta interesante tomar prestado y con los bancos en acción, el circulante subiría.

Políticas perniciosas
Un cuarto mecanismo, bastante tradicional y  a la vez muy nocivo para la economía del país, es que cuando el Gobierno central gasta más dinero del que le entra, el problema sea resuelto por el Banco Central prestándole dinero "nuevo" al Gobierno o a sus entidades. Este mecanismo inyecta dinero en la economía sin que más bienes y servicios lleguen a esta. 
Lo sano para un Estado es mantener un circulante monetario consistente con la cantidad de bienes y servicios disponibles en la economía. Si la cantidad de dinero crece más que el circulante, habrá inflación y ésta afectará sobre todo a los sectores más desposeídos, si la cantidad de dinero decrece en relación a lo que un país produzca, el riesgo es que bajen los precios. Si bien, para muchos el que baje un precio no es del todo malo, esto trae como consecuencia la creación de expectativas que inhibirán  el consumo y podrán causar desaceleración en la actividad económica, con el consecuente empobrecimiento de la población.

M1, M2 y M3
El Banco Central de Venezuela, nos presenta en la mayoría de sus reportes las categorías de M1, M2 y M3 para referirse al dinero en circulación, el M1 representa las monedas, los billetes y los depósitos en cuentas corrientes y en cuentas de ahorros transferibles en el país, el M2 añade los depósitos a plazo fijo, las cuentas de ahorro no transferibles y los certificados de participación. 
Por último el M3, agrega al total del M2 el monto invertido por los actores  en cédulas hipotecarias.
Dimensiones del circulante monetario y efectos
Para tener una idea de la cantidad de dinero hay en la calle, la última cifra disponible al momento de redactar esta columna, asciende aproximadamente a Bs. 919.563.557.000 esta astronómica cifra, llevada a valores más cotidianos, resulta que el promedio de dinero en efectivo y depósitos alcanza a más de 31.000 bolívares por cada hombre, mujer y niño que habita el país. O sea que  alguien por ahí tiene los Bs. 124.000 que usted debería tener depositados si es el jefe y sostén de hogar de una familia de 4 personas. 

La realidad es que muchos de esos depósitos pertenecen a empresas e instituciones y no a personas naturales. 
Por otra parte, si relacionamos la cantidad de dinero en circulación con las reservas internacionales. Las reservas del país que ascienden a  22 millardos de dólares, apenas alcanzan a respaldar el 15,2 % del circulante. Por cierto, el mínimo nivel histórico. 

Otro detalle es que la masa monetaria ha crecido en los últimos dos años, a niveles de entre 50 % y 60 % y nada indica que este año no vaya a crecer en las mismas proporciones. De ahí que la presión sobre los precios continuará con mucha más fuerza, porque finalmente la liquidez monetaria no es sino la cantidad de dinero que está disponible en un país para comprar los bienes y servicios disponible en este. 

Más dinero en circulación, con más o menos la misma cantidad de bienes y servicios disponibles en la economía, trae como consecuencia mucha inflación. 

En palabras sencillas, el aumento en la masa monetaria, si los demás factores se mantienen más o menos constantes, es sin duda un predictor de la inflación. Pero si además las reservas internacionales bajan y no hay muchos más productos en la economía nacional, el efecto inflacionario podría ser de magnitudes descomunales.



"El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad" — Ernest Hemingway

jueves, 31 de julio de 2014

Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

Por Noam Chomsky

Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática


15 septiembre 2010 
Artículo redactado por Sylvain Timsit, recogido en Pressenza: ”10 Estrategias de Manipulación” de los medios:

1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.





"El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad" — Ernest Hemingway